jueves, 7 de abril de 2011

Saciarnos de rabia o de placer

Quiero que me muerdas. Que tus dedos me hagan coger aire para soltarlo en tu oído en un susurro de deseo. Que tus músculos se muevan a mi antojo. Que mis manos dejen marcas allí donde pisen. Quiero ver tu sonrisa de triunfo en el espejo. Que sudes las sábanas y el suelo. Quiero atarte las manos a la espalda y hacerte creer que somos dos animales en vías de extinción.

Se dice que el tiempo vuela.

El nuestro es cómo un cohete que prefiere ser libre en el espacio y parece no querer volver a vernos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Una casualidad, una mirada, un beso y dos palabras.


Creo en las casualidades, en el momento, en las circunstancias. No creo en los futuros, en la eternidad. No creo en la felicidad y tampoco creo en la tristeza. Pero creo en los amaneceres. Creo en las miradas, en el beso que nos trajo hasta aquí. En el instante en el que te dije que no podía ser, que era imposible. En las palabras exactas con las que me impediste creer en mis propias palabras.


Como ves, ni siquiera creo en mí misma.


Pero lo cierto es que mientras tú estés cerca, eso no importa.