jueves, 7 de abril de 2011

Saciarnos de rabia o de placer

Quiero que me muerdas. Que tus dedos me hagan coger aire para soltarlo en tu oído en un susurro de deseo. Que tus músculos se muevan a mi antojo. Que mis manos dejen marcas allí donde pisen. Quiero ver tu sonrisa de triunfo en el espejo. Que sudes las sábanas y el suelo. Quiero atarte las manos a la espalda y hacerte creer que somos dos animales en vías de extinción.

Se dice que el tiempo vuela.

El nuestro es cómo un cohete que prefiere ser libre en el espacio y parece no querer volver a vernos.