jueves, 20 de agosto de 2009

B

Dejaré que los recuerdos que se hayan acumulado en mí por la noche se vayan con la espuma de cada ducha matutina. Me reiré como una loca de mi última ocurrencia, en voz alta, a gritos si es necesario para no poder oír lo que pienso. Cada vez que me entren ganas de llorar, correré los mil metros lisos, por el único placer de no pensar en nada. Lo único que importará será seguir caminando, porque no voy a quedarme atrás.

Sí, lo haré. Pero empezaré mañana;

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablen, opinen y cuéntenme(: